El Juguete Japonés

(Plática sucedida el 5 de enero de 2007)

_ Negro, ¿cómo definirías al Amor?, al Amor de pareja, al que sientes por otra persona como imán, como irremediable atracción, a ese que te hace decir... “¡ora si, de aquí soy!”.

_ Creo que es... como Día de Reyes!!! Imagínate que tienes otra vez 10 años y recibes, en el mejor día del año, un-ju-gue-te-ja-po-nés-guau, electrónico, baterías incluidas, multifunción, con hartos foquitos, hartos sonidos y lo mejor, ¡hartos botones!, con el mejor diseño del mercado, ideal para el tamaño de tus manos pero, con instructivo en japonés, no-ma-mes!!!

Pero no importa, la emoción es grande, en cuanto lo sacas de su caja se prende solo, tiene tantos botones que no sabes cual apretar, finalmente te decides por uno de los de enfrente y guau, reacciona maravilloso, hace unas cosas increíbles y eso que sólo has apretado un botón, aprietas otro y otro y otro más, la emoción crece, aprietas dos y luego tres al mismo tiempo y no das crédito a lo que ven tus ojos, a lo que siente tu corazón, quieres salir corriendo de la casa y que todo el mundo vea tu juguete nuevo, gritarle a todos los niños de la cuadra “miren tengo el mejor juguete del mundo en mis manos...” y, aunque esa emoción te dura por varios días, te das cuenta que no sabes para que sirven todos los botones, has apretado tantos y en tantas formas diferentes que ya olvidaste cuales eran tus movimientos favoritos, mientras pasaba el tiempo pensabas si estarías sacándole todo el provecho a tu juguete o si le estabas apretando botones de más. Juegas todos los días con él y tratas de leer el instructivo para saber si lo estás usando adecuadamente, pero es inútil, no encuentras ni en dónde van las pilas.

Un día, se descompone, ya no hace lo que hacía el primer día, ya no responde a lo que le pides, se mueve, pero sabes que algo anda mal, tratas de arreglarlo, pero el estúpido instructivo sirve para una chingada, te enojas, le gritas, le suplicas, lo avientas, lo levantas, lo dejas descansar dentro de su caja algunos días y lo vuelves a sacar, no mames, ya ni siquiera sientes lo mismo que la primera vez que lo sacaste, te rindes, porque te das cuenta que ya no sirve más... que-pin-che-tris-te-sa!!!

Sólo tienes 10 años y tu juguete favorito ya no puede jugar... ¿y qué?, hay muchos más juguetes con los cuales pasársela bien, agarras el primero que te encuentras en el bote de los juguetes viejos y pasas horas con él, tratando de no pensar en cómo se movía tu juguete japonés, en lo que hacía y sobre todo en cómo te hacía sentir... pero no lo logras, este juguete viejo no se le puede comparar. ¿Juguete viejo? Claro!, lo que necesitas es un juguete nuevo, sales al juguetirama y entras al pasillo donde Mattel, Hasbro y Juguetes Mi Alegría presentan sus saldos del 2007, la neta están chidos pero, no hay magia, es comprar por comprar, es jugar por jugar... Pin-che-pin-che-pin-che-ju-gue-te-ja-po-nés!!!

_ Al parecer, no queda más que esperar a que los Reyes te sorprendan con algo mejor (de preferencia con instructivo en español).

Historia vivida, llorada, escrita y compartida con gran placer por:

El Negro

y tu, ¿cómo definirías al Amor de pareja?